Diagnóstico de enfermedades crónicas y culpa.

Vivir con una enfermedad crónica a menudo puede generar sentimientos de culpa, pero es importante reconocer que estos sentimientos son comunes y perfectamente normales. A continuación se presentan algunas razones por las que las personas con enfermedades crónicas pueden sentir culpa:

  1. Carga sobre los demás: Las personas con enfermedades crónicas pueden sentirse culpables por el impacto que su condición tiene en sus seres queridos, como la necesidad de ayuda con las tareas diarias, la tensión financiera o el estrés emocional. Pueden sentir que son una carga para sus familiares y amigos, lo que puede generar sentimientos de culpa y culpabilidad.
  2. Incapacidad para cumplir roles: Las enfermedades crónicas pueden afectar la capacidad de una persona para cumplir con sus funciones y responsabilidades, ya sea en el trabajo, en las relaciones o dentro de su familia. Es posible que se sientan culpables por no poder cumplir con las expectativas o por tener que depender del apoyo de otros.
  3. Falta de productividad percibida: Las enfermedades crónicas pueden limitar la capacidad de una persona para realizar actividades que antes disfrutaba o para perseguir sus metas y aspiraciones. Es posible que se sientan culpables por no ser tan productivos o exitosos como lo eran antes del diagnóstico.
  4. Autoculparse: Algunas personas pueden culparse a sí mismas por su enfermedad, ya sea por factores del estilo de vida, genética u otras razones. Es posible que se sientan culpables por no cuidarse mejor o por haber causado de alguna manera su afección.
  5. Comparación con otros: Ver a otros que parecen sanos y capacitados puede desencadenar sentimientos de culpa o insuficiencia en personas con enfermedades crónicas. Pueden compararse con los demás y sentirse culpables por no poder estar a la altura de las expectativas o normas sociales.

Lidiar con los sentimientos de culpa asociados con las enfermedades crónicas puede ser un desafío, pero es importante abordarlos de una manera saludable y constructiva. Aquí hay algunas estrategias para afrontar la culpa:

  1. Practica la autocompasión: Sea amable consigo mismo y reconozca que tener una enfermedad crónica no es culpa suya. Trátese a sí mismo con la misma compasión y comprensión que le ofrecería a un ser querido en una situación similar. Tienes muchísimo que aceptar y puede que te lleve algo de tiempo, tómate ese tiempo y espacio.
  2. Busque apoyo: Habla con amigos de confianza o personas que te comprendan porque han pasado por la misma experiencia, por ejemplo, en uno de los Grupos de apoyo en el Centro Nacional de Aspergilosis., familiares o un terapeuta sobre sus sentimientos de culpa. Compartir sus emociones con otras personas que las comprendan puede ayudarlo a validar sus experiencias y brindarle consuelo y tranquilidad.
  3. Establezca expectativas realistas: Ajuste sus expectativas y objetivos para alinearlos con sus habilidades y limitaciones actuales. Concéntrate en lo que puedes hacer en lugar de insistir en lo que no puedes y celebra tus logros, por pequeños que sean. En otras palabras, para usar una frase pronunciada regularmente en los grupos de apoyo de NAC: encuentra tu nueva normalidad.
  4. Practica la gratitud: Cultive un sentido de gratitud por el apoyo y los recursos disponibles para usted, así como por las cosas que le brindan alegría y satisfacción a pesar de su enfermedad. Concéntrese en los aspectos positivos de su vida en lugar de insistir en sentimientos de culpa o insuficiencia.
  5. Participar en el cuidado personal: Priorice las actividades de cuidado personal que promuevan su bienestar físico, emocional y mental, como descansar lo suficiente, comiendo una dieta balanceada, hacer ejercicio dentro de sus límites y participar en actividades que le brinden placer y relajación.
  6. Desafía los pensamientos negativos: Desafíe los pensamientos y creencias negativos que contribuyen a los sentimientos de culpa o culpabilidad hacia uno mismo. Reemplácelas con perspectivas más equilibradas y compasivas, recordándose que está haciendo lo mejor que puede en circunstancias difíciles.

Recuerde que está bien buscar ayuda profesional si tiene dificultades para afrontar los sentimientos de culpa o si están afectando significativamente su calidad de vida. A terapeuta o consejero Puede proporcionarle apoyo y orientación adicionales adaptados a sus necesidades y circunstancias específicas.

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Graham Atherton, Centro Nacional de Aspergilosis, abril de 2024