Nunca profetices.
no puedes Así que no lo intentes.
Lujuria, orgullo y letargo
puede causarnos miseria
o dicha.
El error más mezquino
tiene un punto que hacer.
Escucha esto -
lo que dijo su viticultor d'Eyquem
una vez muerto el señor d'Eyquem:
“El vino de ese año prometía mal o nada.
Lo dejaría pasar demasiado tarde.
La podredumbre se había arrastrado a través de todas las vides,
escoria grasienta en cada racimo
colgando de las horquillas de las hojas.
Debería haber sido elegido durante mucho tiempo
pero él había dicho, 'No. Espérame,'
fuera a esperar a una nueva mujer,
uvas a punto de madurar
cuando se fué. La pareja lo mantuvo
hasta que la podredumbre envolvió las uvas como encajes
y para cuando ella lo echó
el sol los había atrapado, ellos colgaron
arrugado por la explosión.
Bueno, cabalgó a casa engreído
e intimidó las uvas en las cubas
podredumbre y todo, uvas estropeadas, demasiado viejas,
demasiado pronto exprimido seco.
El vino hace.
El vino hace espeso, dorado,
y se derrama como la miel.
Lo intentamos. ¡Fantástico!
no como la miel, punchy,
nunca has bebido nada igual -
refrescante, en un apuro
sobre un calor que te enlentece la garganta—
queriendo mantener ese sabor
pegado al borde de tu lengua
donde está tu gusto, guárdalo
como el mejor ramo que puedas recordar
del atardecer de verano y alguien que viene
a ti sonriendo. El sabor tiene olor
como un nuevo país, tan bien
al principio no puedes asimilarlo
es tan extraño. Es bonito
Y créeme, te encanta ir despacio.
moral:
la edad no es
toda podredumbre seca.
Nunca es demasiado tarde.
Dulce es tu propiedad inmobiliaria.
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Desde Springing: poemas nuevos y seleccionados por Marie Ponsot, copyright © 2002 por Marie Ponsot. Usado con permiso de Alfred A. Knopf, una división de Random House, Inc. Está prohibido el uso de este material por parte de terceros, fuera de esta publicación. Las partes interesadas deben solicitar permiso directamente a Random House, Inc.
Fuente: Poesía (Mayo 2013).