El exceso de producción de moco es un problema común en personas con aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) y aspergilosis pulmonar crónica (CPA). El moco es una mezcla espesa de agua, restos celulares, sal, lípidos y proteínas. Recubre nuestras vías respiratorias, atrapando y eliminando partículas extrañas de los pulmones. El espesor gelatinoso del moco es causado por una familia de proteínas llamadas mucinas. En personas con asma, los cambios genéticos en estas proteínas mucinas pueden espesar la mucosidad, haciendo que sea más difícil eliminarla de los pulmones. Esta mucosidad espesa y densa se acumula y puede provocar tapones mucosos, que bloquean las vías respiratorias y provocan dificultades respiratorias, sibilancias, tos y otros síntomas respiratorios.
Los médicos suelen tratar estos síntomas con medicamentos inhalables, como broncodilatadores y corticosteroides, para abrir las vías respiratorias y reducir la inflamación. Los mucolíticos también se pueden utilizar para descomponer los tapones mucosos, pero el único medicamento disponible, la N-acetilcisteína (NAC), no es muy eficaz y puede provocar efectos secundarios no deseados. Si bien los tratamientos actuales pueden ayudar a controlar los síntomas, se necesitan tratamientos eficaces y seguros para abordar directamente el problema de los tapones mucosos.
Para abordar este problema, se están explorando 3 enfoques:
- Mucolíticos para disolver los tapones de moco
Investigadores de la Universidad de Colorado están probando nuevos mucolíticos como la tris (2-carboxietil) fosfina. Le dieron este mucolítico a un grupo de ratones asmáticos que experimentaban inflamación y producción excesiva de moco. Después del tratamiento, el flujo de moco mejoró y los ratones asmáticos pudieron eliminar el moco con la misma eficacia que los ratones no asmáticos.
Sin embargo, los mucolíticos actúan rompiendo los enlaces que mantienen unidas a las mucinas, y estos enlaces se encuentran en otras proteínas del cuerpo. Si los enlaces de estas proteínas se rompen, podrían producirse efectos secundarios no deseados. Por lo tanto, se necesita más investigación para descubrir un fármaco que solo se dirija a los enlaces de las mucinas, reduciendo el riesgo de efectos secundarios.
2. Limpieza de cristales
En otro enfoque, Helen Aegerter y su equipo de la Universidad de Bélgica están estudiando cristales de proteínas que, según creen, impulsan la sobreproducción de moco en el asma. Estos cristales, conocidos como cristales de Charcot-Leyden (CLC), hacen que la mucosidad se vuelva más espesa y, por lo tanto, más difícil de eliminar de las vías respiratorias.
Para abordar los cristales directamente, el equipo desarrolló anticuerpos que atacan las proteínas de los cristales. Probaron los anticuerpos en muestras de moco recolectadas de personas con asma. Descubrieron que los anticuerpos disolvían eficazmente los cristales uniéndose a las regiones específicas de las proteínas CLC que los mantienen unidos. Además, los anticuerpos amortiguaron las reacciones inflamatorias en ratones. A partir de estos hallazgos, los investigadores están trabajando en un fármaco que podría tener el mismo efecto en humanos. Aegerter cree que este enfoque podría usarse para tratar una variedad de enfermedades inflamatorias que involucran una producción excesiva de moco, incluida la inflamación de los senos nasales y ciertas reacciones alérgicas a hongos patógenos (como ABPA).
- Prevención del exceso de secreción de moco.
En un tercer enfoque, el neumólogo Burton Dickey de la Universidad de Texas está trabajando para prevenir los tapones mucosos reduciendo la sobreproducción de moco. El equipo de Dickey identificó un gen específico, Syt2, que sólo participa en la producción excesiva de moco y no en la producción normal de moco. Para inhibir el exceso de producción de moco, desarrollaron un fármaco llamado PEN-SP9-Cy que bloquea la acción de Syt2. Este enfoque es particularmente prometedor ya que apunta a la sobreproducción de moco sin interferir con las funciones vitales del moco normal. La producción normal de moco juega un papel fundamental en la protección y el mantenimiento de la salud de los sistemas respiratorio y digestivo. Aunque los resultados iniciales son prometedores, es necesaria más investigación para evaluar la eficacia y seguridad de estos fármacos en ensayos clínicos.
En resumen, los tapones mucosos presentan síntomas incómodos en ABPA, CPA y asma. Los tratamientos actuales se centran en el manejo de los síntomas en lugar de abordar directamente la reducción o eliminación de los tapones mucosos. Sin embargo, los investigadores están explorando tres enfoques potenciales, que incluyen mucolíticos, limpieza de cristales y prevención del exceso de secreción de moco. Se requieren investigaciones adicionales para confirmar su eficacia y seguridad, pero los enfoques han mostrado resultados prometedores y pueden ser en el futuro una forma de prevenir los tapones mucosos.
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